En ocasiones por la inexperiencia, el desconocimiento o simplemente el cansancio de muchas horas de trabajo, cometemos errores que pueden tener consecuencias de mayor o menor gravedad. Si sabemos cómo evitarlos, mejoraremos el rendimiento y la seguridad de esta técnica.
Brevemente y a modo de introducción, analizaremos algunos aspectos básicos sobre el correcto manejo de la técnica de TIVA-TCI:
http://issuu.com/aat23865/docs/12122008012008_combine?viewMode=magazine&mode=embed
Equipamiento más idóneo para la administración de fármacos mediante infusión (cateter venoso, jeringas seguras, alargaderas, llaves de tres pasos, válvulas antirreflujo).
Evitar el espacio muerto, la desconexión del sistema, el reflujo y muy importante: eliminar el aire en la jeringa…
TCI y obesidad mórbida: limitaciones.
TCI pediátrica: limitaciones.
En estas entradas de GATIV podréis encontrar información adicional:
http://www.anestesiar.org/2011/cerramos-definitivamente-el-blog-de-tivabcn-org/
http://www.anestesiar.org/2011/ponencias-del-iv-workshop-gativ-tiva-tci-2011/
http://www.anestesiar.org/2010/ponencias-del-iii-workshop-de-gativ-tiva-tci-2010/
Dra Ana Abad. Adjunta de Anestesiología del Hospital de Viladecans (Barcelona)
Muchas gracias por la entrada.
Cuando utilizo TCI de propfol en obesos mórbidos ajusto el peso al ideal y monitorizo la profundidad con BIS para ajustar la supuesta concentración plasmática ¿Te parece correcto?.
Te parece correcto.
Gracias a ti Daniel.
Referente a tu pregunta, la respuesta no resulta nada fácil, al menos por el momento. Ni siquiera en el Segundo Mundial de TIVA del pasado mes de abril, daban conclusiones claras al respecto.
La clave del problema, a mi modo de ver, radica en crear un modelo farmacocinético específico para los obesos mórbidos al igual que sucedería con la población pediátrica. Este modelo matemático podría ser el clásico tricompartimental, o bien modelos híbridos fisiológicos (PBPK) mucho más adaptados al perfil de cada paciente.
Los actuales sistemas TCI comercializados, no disponen de modelos PBPK, así que se han diseñado algunas soluciones que temporalmente nos pueden servir, aunque sean «políticamente incorrectas».
PROPOFOL:
La Dra. F. Servin propone una fórmula de peso corregido basado en el Modelo Marsh y a utilizarse en pacientes obesos jóvenes. Se requeriría una discusión más profunda para los ancianos obesos.
REMIFENTANIL
Se han propuesto opciones más complejas, como usar una «altura ficticia » o simplemente calcular el peso crítico antes que la ecuación de James colapse.
El peso crítico tal vez es más práctico y simple:
«¢ P crítico hombres = 1,447 x altura (cm) -121
«¢ P crítico mujeres = 1,211 x altura (cm) -101
Espero haberte servido de utilidad. Un afectuoso saludo.
Ana Abad
Trabajo en la medicina privada. En mi ciudad hay dos hospitales. En uno de ellos, en los quirófanos hay unas bombas de perfusión que sólo te permite programar en ml/h. ¿Conocéis las bombas de perfusión Microsend 323 de Sendal, que tienen un cebado de 15 ml? Cuando se diluye el Remifentanilo en 20 ml, ¿os podéis imaginar cuanto se puede gastar? Si utilizamos Diprivan de 50 ml, estamos perdiendo 15 ml en cada paciente. Gracias a que tengo un programa en el iPhone (aAnesthesia) que me permite calcular la dosis de inducción y mantenimiento, no tengo que coger todos los días la pizarra y el pizarrín (para estar a la altura de los medios de que dispongo en quirófano) para poder administrar las dosis adecuadas a los pacientes o poder modificar las dosis durante la intervención si quiero subir o bajar la perfusión de remifentanilo. Llevo pidiendo bombas que permitan administrar las dosis de acuerdo a los mcg/kg/min ó mg/kg/h ya no sé cuanto tiempo, pero no debo de tener mucho poder de convicción porque no lo consigo.
En el otro hospital, existen bombas de perfusión de este siglo, pero para no gastar 6 ó 12 € que valen los sistemas de perfusión que tienen el sensor de presión, algunos de mis queridos compañeros utilizan un sistema de bloqueo del sensor que se fabrica con la parte inferior de una jeringa de 10 ml, que cabe justo en el tope del sensor y que les sirve a ellos para que el cirujano plástico no vea que su factura aumenta en 12 € (¡por Dios! que es mucho 12 € en una factura de 6000 €) y que a mí me condiciona muchas veces que el fármaco salga por la membrana del sensor a mitad de una inducción o durante el mantenimiento. ¿Seguimos hablando de la anestesia del siglo XXI?¿Hablamos de errores imprevistos o de errores provocados?.
Me gustaría que se abriera un foro para hablar de Indicadores de Calidad en Anestesia, el objetivo sería el siguiente: poder determinar qué nivel de calidad anestésica da un hospital según los medios de que dispone, es decir, poder categorizar los hospitales igual que los hoteles: fonda, hostal, residencia, hotel de tantas estrellas… y que los hospitales estuvieran obligados a dar esta información a los pacientes (usuarios, clientes… ya no sé como llamarlos).
Se me ocurren que se debería establecer Indicadores de calidad para Hospitales, para compañías aseguradoras Privadas, etc., además de los indicadores de gestión con los que nos frien los responsables sanitarios todos los días.
Leyendo tu comentario, uno se queda preocupado y triste a la vez, porque a pesar de la alta tecnología que nos envuelve, tenemos todavía que mendigar unos mínimos de infraestructura absolutamente justificados.
Se nos pide máxima eficacia sin coste alguno. Realmente a algunos anestesiólogos se les debería dar un premio a la imaginación y a las artes circenses malabares por el buen trabajo que desarrollan en quirófano todos los días.
A pesar de todo y de todos…no bajemos la guardia con errores evitables.